viernes, 30 de marzo de 2012

Cría de Artemia Salina.

Cría de artemia salina.

En la alimentación de crustáceos y peces en cultivo juega un importante papel un pequeño crustáceo denominado Artemia salina.

La morfología y biología de esta especie, que cuenta con varias razas distintas (unas 60 variedades), son complicadas y se salen del modesto nivel de esta exposición, por lo que nos limitaremos a presentar un comentario general de carácter ilustrativo práctico.

La artemia que nos interesa es un crustáceo de color rojizo, que en su fase adulta apenas sobrepasa 1 cm. de talla. Soporta aguas de gran concentración salina, donde prolifera, pues la elevada salinidad impide la vida de otros animales y, por tanto, de sus depredadores.

El principal interés de esta especie consiste en que las hembras ponen huevos que pueden ser desecados y almacenados, continuando, sin embargo, su desarrollo cuando se vuelven a mojar.

Huevos de artemia a 100 aumentos

Estos huevos flotan en la superficie del agua de las naves de cristalización de las salinas, concentrándose normalmente (por efecto del viento o corriente) en una de las orillas, donde se pueden recoger fácilmente. Para forzar la obtención de huevos se puede proporcionar a las hembras una "sobrealimentación", fertilizando el agua por medio de nitratos y fosfatos (abonos agrarios), que dan lugar a mayor abundancia de algas monocelulares, como la Tetraselmis (ya citada al hablar de los criaderos), que es un manjar para estos pequeños crustáceos.

Artemia acumulada al borde de un estanque (Pemares)

Los huevos se secan al aire en cajas de fondo de red muy tupida o artefacto similar y se someten después a una suave aireación para separar los huevos viables, que son de mayor peso, de los no viables, cascarilla y otras materias extrañas, igual que se aventa la mies en la era. El producto así logrado se guarda en recipientes herméticamente cerrados, al vacío o con atmósfera de nitrógeno.

Huevos secos de artemia


Para hacer "revivir" los huevos se introducen en agua de mar (hidratación) en unos recipientes cilíndricos para mayor facilidad de aireación, a pequeña concentración (unos 10 gr. de huevos por litro), y se someten a iluminación (2.000 lux) durante unos 10 minutos para excitar su actividad metabólica. El agua se mantiene a unos 28° C. de temperatura con fuerte aireación, lográndose la eclosión, es decir, la aparición de las larvas, a las 24 horas, siendo fácil una tasa de supervivencia de un 80 por 100.

Los huevos no eclosionados y las cáscaras pueden ser perjudiciales para los peces y crustáceos que los ingieran. Es, por tanto, preciso aislar las larvas (nauplius), para lo que se utiliza su fototropismo (atracción por la luz) o bien se disuelven las cápsulas con sustancias químicas que no dañan a las larvas.

Rotífero

Las larvas de artemia sirven como alimento vivo a las larvas de crustáceos y alevines de peces, pudiéndose suministrar en sus diferentes estados larvarios o incluso en estado adulto, según el tamaño que interese utilizar. Sin embargo, hay que tener presente que las larvas de artemia en su primer estadio de nauplio son más indicadas para alimentación que en sus siguientes estadios larvarios por disminuir en éstos su poder nutritivo.

Por el contrario, el animal adulto resulta el más adecuado pienso vivo por exigir su ingestión menor gasto de energía -a igualdad de biomasa-, ser su poder nutritivo mayor y precisarse un menor número de individuos para una cantidad de alimento dado.

El cultivo de larvas conviene realizarlo en estanques de poca profundidad, con aireación y renovación de agua constantes, pudiéndose lograr en pocas semanas una producción de 3.000 adultos por litro a base de alimentación de algas secas.

Artemia salina adulta


Este proceso descrito es el empleado en la producción a gran escala de artemia, pero siguiendo las mismas pautas es relativamente sencillo criar artemia para nuestros acuarios.

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